Micromontajes de moscas (I)
Cuando empezaba a aprender a esto de sacar peces a mosca, la numeración habitual de los anzuelos que usaba iba del 18# al 12#. A veces me preocupo cuando me doy cuenta de que fue hace muchos años.
Las truchas no recelaban en absoluto de un 12#. La mosca de mayo del Río Dulce, iba montada en un anzuelo del 10#3XL y las moscas de la piedra… , ¡¡¡Ay compañero!!!, ¡¡¡LAS MOSCAS DE LA PIEDRA ZUMBABAN EN EL AIRE!!!, parecían gorriones y te hacían unos rizos impresionantes en el bajo. Y aun así las truchas (A veces) se las zampaban sin contemplaciones.
Lo normal era montar con pluma de cuello de gallo y con pluma de Gallo de León. Los más osados y trasgresores, se atrevían …, ¡¡¡con pelo de animales!!!, bendito sea el corzo cazado en invierno bajo luna llena y ¡¡¡¿¿¿de dónde pelotas saco yo pelos de jabalí???!!!.
Llegaron el CDC y los materiales sintéticos y todo fue mucho más rápido. Los anzuelos con micro muerte y los mucho más modernos de ahora que aun sin tener el arponcillo clavan mejor y se te escapan menos truchas que con los antiguos de rejón XXL.
Si, todo evoluciona mucho, y los peces van con esa evolución … ¿o esa evolución va detrás de los peces?. Supongo que esta cuestión queda abierta para otro post.
El hecho es que en este momento con las sequias, los furtivos, la regresión general de los salmónidos y la madre que lo parió, si no eres capaz de pescar con un 22# no te comes ni un Saci “chupao” (Para los jóvenes diré que un Saci era un caramelo de mentol de hace muchos años).
Mi amigo Luis, que es sabio y mayor, aunque ya era sabio hace muchos años, las llama micromierdas y/o microkakas. Y lo dice con esa desesperación que surge cuando no eres capaz de hilvanar el condenado bajo en el condenado ojal del condenado anzuelo. Es más, sus improperios y exabruptos son aún mayores según cae la noche y me tiene que echar mano de la linterna porque si no, no hay cristiano que las empate.
Si, las puñeteras micromierdas. Ya me he acostumbrado al termino y mi hijo que tiene 12 años se pela de risa cada vez que me oye decirlo. Y aprovecha el para justificar que si mi padre dice palabros el tiene derecho también a soltar los suyos. Al fin y al cabo si papa puede decir mierda ¿por qué no puedo yo decir cojones?
Microkaka es un concepto más asimilable para él y para la paz de la casa, no genera tantos conflictos con su madre.
Pues eso, como decía, las microkakas son unas cosas que están últimamente muy de moda y lo que es peor, la moda la están imponiendo las condenadas truchas que no nosotros. Parece que no quieren otra cosa.
Seguiremos. En breve Micro montajes (II)
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